Lugar donde cuidan caballos, los miman, y los aprenden a montar, un sitio encantador. La verdad es que nos gustó mucho.
Y mi amiga, ya se encargó de que todo estuviese aún más bonito, con todo detalle, para el cumpleaños de su hijo. Gorros y pañuelos baqueros para todos los niños.
Quiso que le hiciese una tarta, como no, con un caballo, y éste fue el resultado.
Para ser el primer caballo hecho con fondant, no está nada mal, ¿verdad?, jejeje.
Estuvo muy divertido, les dieron los niños, de comer a los caballos, llegamos a punto de merendar los animales...y les dieron un tentenpié, jejeje.
Luego estuvieron montando a caballo los niños que quisieron, (mi hijo no, jeje). Estaban todos muy emocionados.
Todo fue un éxito, el cumpleaños, en el que quedamos todos encantados, la comida, la bebida, la compañía, la tarta también, jeje. Se que les gustó mucho, y sobre todo a Javier.
Hice un clásico, bizcocho de vainilla con relleno de crema de avellanas y dulce de leche. Pensareis que siempre lo hago igual, pero es el sabor que más gusta a la gente, y nunca falla.
Aquí tenemos al protagonista de la fiesta, junto a sus papis. Agradecer a mi amiga, por confiar en mí, para mí a sido un placer realizar esta tarta. Cada cosa que me van pidiendo nueva, es un reto para mí, y...
¡¡ME ENCANTA!!
Hasta la próxima...