Era el cumpleaños de María, amiga de una amiga mía. Y Vane que es la mía, jejeje, me llamo de un día para otro, para ver si le podía preparar algo sencillo y con una bailarina. ¿Sencillo?, si, hay muchísimas cosas sencillas, pero me apetecía hacer algo diferente, y me puse manos a la obra, para ver si me daba tiempo a prepararla. Una vez el bizcocho en el horno, dije, allá voy, y este fue el resultado...
Muy sencilla que digamos no es, pero bueno, me dio tiempo, y eso es lo que importa. Que manera de disfrutar, en cada trozo de fondant que iba añadiendo. Y es que es una monada, jejeje...
A continuación podemos observar con todo detalle, a la bailarina...
A María le gusta todo lo relacionado con el ballet. Es profesora de gimnasia. Yo la he tenido como profesora de aerobic, y la verdad me gusto mucho como impartía las clases.
La tarta tenía que trasladarse hasta la playa, madre mía, cuando me lo dijo, pensé, ya veremos si llega, jeje, pero si, las amigas la pusieron en una nevera portátil con hielo, y llego intacta. Gran idea.
Preparé un bizcocho básico de vainilla, relleno de crema de avellanas, y emborrachado de dulce almíbar. De buena tinta se, que les gustó mucho el pastel a todas. Este nunca falla, a las que no les gusta mucho el dulce, les encantó, jeje.
Que bien, que les gustara mucho, sobre todo a María, que le encantó la tarta, y nada mas ver la bailarina, quiso guardársela. Da gusto, cuando te dicen por la calle, que les ha encantado.
Y cómo siempre, lo más importante, lo que disfruto haciéndolas, es maravilloso ver los resultados finales.
Espero que os haya gustado.
Gracias, a tod@s los que estáis ahí...gracias.
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