Deliciosa receta, que preparé en un plis plas, cuando quedamos con unos amigos para cenar.
Siempre me gusta tener hojaldre en casa, ya sea para hacer algo dulce, o salado.
En esta ocasión me salvo para realizar un postre sencillo, a la vez que delicioso.
Con esta receta también participo en el Reto Dis-Fruta de Nunca es demasiado dulce. Si quieres saber más, participar y encontrarte con deliciosas recetas, solo tienes que pinchar en la foto, no te arrepentirás.
Vamos con la receta:
- 2 Manzanas Golden
- 300 ml. de Nata para montar
- 1 Lámina de Hojaldre
- 2 Cucharadas de Azúcar Moreno
- 1 Cucharada de Mantequilla
- Azúcar glas para montar la nata (mas o menos 3 cucharadas, yo también suelo poner un sobre de azúcar avainillada)
Precalentamos el horno a 200º.
Cortamos las manzanas en láminas y la caramelizamos en una sartén que pondremos a fuego lento, en la que previamente hemos puesto la mantequilla junto con el azúcar.
Cuando se vean doraditas las sacamos y las ponemos en un plato para que se enfríen.
Cortamos en rectángulos el hojaldre y lo horneamos hasta que estén casi dorados, los sacamos y espolvoreamos con azúcar y los volvemos a meter hasta que se terminen de dorarse.
Dejamos enfriar.
Montamos la nata, junto con el azúcar y la ponemos en una manga pastelera.
Una vez enfriado, vamos a montar el pastel. Aplastamos la que va a ser la base del hojaldre (ya que queda el hojaldre levantado) o cortamos por la mitad y ponemos la nata y seguidamente la manzana.
Y así sucesivamente todos los trozos que nos hayan salido.
Un saludo y hasta pronto...
Penélope
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