Una amiga, me pidió la tarta para su hija, pero me tenía que confirmar, de quién quería que se la hiciera, y como no, también prefirió, la princesa Ariel.
La verdad, es que, cada vez me gusta más, La Sirenita. Y es que, también haciendo tartas, se le coge cariño a los personajes de los dibujos Disney, jeje.
Que linda está la princesa, cómo linda era, la persona, para la cual la estaba haciendo. La verdad, es que eran, para 25 personas más, vamos, para toda la clase de Vega.
Este fue el resultado de toda la tarta. Hice el bizcocho básico de vainilla, hecho en un molde rectangular, las medidas y la receta están aquí.
Lo rellené de crema de avellanas, a petición de la interesada, con bizcocho emborrachado de rico almíbar. Prefiero, ahora que hace más calor, esta clase de rellenos, al no llevar nata, ni huevo, aguanta muy bien fuera de la nevera, y no hay peligro, de que se estropee.
A los niños, el chocolate no falla, jejeje...
Los detalles de los animales de debajo del mar, los he hecho con un molde de silicona, que me regalaron en la colección de Pastelería Creativa, de Planeta D`Agostini, que me estoy haciendo, son perfectos.
En este caso, la entrega fue personal, y pude ver la primera reacción de la pequeña Vega, al ver su tarta. Su carita de emoción, lo decía todo. Les encantó, y la niña, estaba muy emocionada. Cómo me gusta, ver sus caritas, la primera vez que la ven.
La mamá de Vega, me dijo, que fue todo un éxito, que les gustó mucho a los niños. Se quedaron todos alucinados. Y yo...encantada.
Hasta la próxima...
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